
Hace unos días se viralizó por redes sociales la tesis de un estudiante de pedagogía de la Universidad de Chile, en la que básicamente avalaba y reivindicaba la pedofilia.
"El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo", así se llamaba la tesis, que se publicó el año 2020. En ella, el autor reflexionaba sobre el nexo entre educación y pedofilia, defendiendo el supuesto aporte de esta en el ámbito pedagógico.

Por ejemplo, afirmaba que "La figura del pedófilo desde un enfoque histórico y filosófico nos obliga como pedagoges a replantearse nuestra concepción de la sexualidad del niñe, adolescente y la propia, removiendo así los dogmas del adultocentrismo".
Según el autor, la contribución del pedófilo en la educación se centraría en dos puntos. Primero, en que este al cuestionar la concepción de la pureza sexual del "niñe", lo saca de esta pureza y le otorga sexualidad.
Y en segundo lugar, en que el pedófilo al cuestionar también la no capacidad deliberativa de "les niñes", reafirma que son sujetos de consentimiento sexual con adultos (es decir, que pueden sentir deseo sexual por adultos y que esto además es legítimo).
Pero su retorcida teoría no solo se quedaba ahí, sino que además argumentaba que si bien los niños pueden ser víctimas de abuso, esto no debía ser una excusa para “olvidarse de sus deseos”...y que estos (los niños) pueden "amar de formas muy perversas".
Decía textual: "La noción de víctima debe funcionar para una protección contra el abuso y no como el ocultamiento de una verdad perturbadora: les niñes son pervertides. Les niñes pueden reclamar goce al adulto".
INDIGNANTE.
Y no es primera vez que alguien dedica su tesis a este tema (y con este enfoque). En 2016, otro alumno, también de la Universidad de Chile, presentó su tesis de magíster en estudios de género, se llamaba "Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo". La dedicatoria del texto es más que ilustrativa de su contenido. Decía así: