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Mis dudas sobre republicanos



Hace unos días, Luis Silva, consejero republicano, que fue primera mayoría nacional, dijo que el anteproyecto de los expertos era “un buen punto de partida”.

Carlos Frontaura, el único ‘experto’ que tuvieron los mismos republicanos, señaló en una entrevista que siempre había que ceder, independientemente de si uno era mayoría o minoría.


Arturo Squella, nada menos que presidente de republicanos, señaló que el anteproyecto tiene un 70% de coincidencia con la Constitución actual.


José Antonio Kast, el líder natural del partido, dijo que esperaba que la nueva propuesta “dejara conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”.

Entonces, el jefe de bancada, el único experto, el presidente del partido y su líder natural…Muchas personas con roles importantes, dando opiniones un tanto generales, a ratos ambiguas o evasivas, pero aparentemente, todas en una misma línea…

Este conjunto de declaraciones, generan un abanico de dudas y un cierto grado de preocupación en su propio electorado. En este video quiero tratar de transmitir estas dudas: primero iré por las más generales, las que tienen que ver con cuestiones discursivas y estratégicas del propio proceso constituyente; luego trataré las relacionadas con los temas de fondo, con las materias del texto constitucional propiamente tal; y, por último, me referiré a cuestiones de proyecto político y agenda programática, y sus respectivos énfasis comunicacionales.


Partamos, entonces, por las cuestiones más generales:

1. ¿Se comprarán el discursoacuerdista’ que exitosamente impusieron Macaya y Schalper? Es decir, ¿quedarán atrapados en la retórica de ‘los acuerdos por los acuerdos’ con independencia del contenido de aquello que se acuerda, y de las partes que los suscriben?

Y si no es así ¿por qué no explican a qué se refieren exactamente con ‘ceder’ o con ‘llegar a acuerdos’?

2. ¿Asumirán la tesis, instalada interesadamente por algunos, de que el éxito futuro de Republicanos depende del proceso constituyente? O peor aún ¿entenderán que el éxito del proceso constituyente equivale al apruebo del texto resultante? O bien, entenderán que sus impresionantes resultados, incluidos los de las parlamentarias y la presidencial de 2021, responden, en buena parte, a su consistencia en la denuncia y oposición al desvarío constituyente.

3. Y si es que efectivamente creen que el éxito de Republicanos está atado al proceso constituyente (y que el éxito del proceso depende del Apruebo final)…¿Cuál será su prioridad? ¿Llegar a la presidencia o redactar un texto de primer nivel, que proponga un orden constitucional y cultural que garantice la estabilidad y progreso de las generaciones que vienen? En otras palabras, si es que operan desde la lógica (equivocada a mi juicio) de que en el proceso se lo juegan todo… ¿qué primarán: las elecciones o el respeto a su ADN, a sus principios fundantes?

4. ¿Trabajarán para elaborar un texto que satisfaga a los consejeros de izquierda radical que tienen en frente en el hemiciclo u operarán sobre la lógica de lograr que una mayoría de los chilenos les diga sí en las urnas?


Eso, como cuestiones generales…Entremos ahora en los temas de fondo, en las materias del proceso constituyente propiamente tal. Desde la Fundación Nueva Mente ya hemos hablado de los peligros que el anteproyecto de la Comisión de Expertos entraña para nuestro país. Nuestra Directora Ejecutiva se pronunció sobre la retrógrada igualdad sustantiva, principio destructor de una de las conquistas civilizatorias más importantes de occidente, la igualdad ante la ley; nuestra Directora de Comunicaciones, a su vez, se refirió a los privilegios de que ya gozan actualmente los activistas del indigenismo y cómo estos podrían verse importantemente aumentados a propósito de la consagración de derechos colectivos indígenas; yo mismo me referí al principio de interseccionalidad o, mejor dicho, al factor multiplicador de victipuntos. Todas estas cuestiones que acabo de mencionar están incluidas en el anteproyecto, y por supuesto, también estaban en la propuesta refundacional de la nueva izquierda, recién rechazada el 4 de septiembre pasado.


¿Qué harán los Republicanos al respecto?

1. ¿Elegirán sus batallas como ha repetido incansablemente su jefe de bancada en el Consejo o abordarán todo aquello que para el sector es relevante, ya sea porque forman parte de su ADN (como la protección de la vida del que está por nacer) o porque pugnan frontalmente con el mismo (como la igualdad sustantiva)?

2. ¿Eludirán el inevitable enfrentamiento directo de proyectos políticos, acudiendo a la válvula de escape “es materia de ley” para deshacerse de temas complejos como la vida del que está por nacer o la propiedad de los ahorros previsionales? ¿O, por el contrario, optarán por defender, sin complejos, dos de sus principales banderas: el derecho a la vida y el derecho de propiedad?

3. ¿Mantendrán la norma del anteproyecto que les reconoce derechos colectivos a los activistas del indigenismo? ¿U optarán por mantener viva la igualdad ante la ley y reconocer derechos y libertades ya no por la pertenencia a un colectivo de activistas, sino por el mero hecho de ser personas?

4. ¿Dejarán que la izquierda triunfe respecto de la huelga de funcionarios públicos, el no reconocimiento expreso de la propiedad sobre derechos de aprovechamiento de aguas ni de la libertad de elegir en materia de salud o el derecho y deber preferente de padres a educar a sus hijos? ¿O preferirán acoger todas esas materias que para el pueblo chileno fueron relevantes para el Rechazo en el proceso anterior?


Eso respecto de las materias en particular…Ahora, en cuanto a las cuestiones de proyecto político y agenda programática, y sus respectivos énfasis comunicacionales.

1. ¿Serán capaces de hacerse fuertes mediáticamente en dos frentes o las huestes parlamentarias pasarán definitivamente a segundo plano, en favor del proceso constituyente?

2. Segundo, y relacionado con la cuestión anterior, ¿Serán capaces de seguir sosteniendo la bandera de las urgencias sociales o el debate constitucional agotará todo su poder de agenda?

3. ¿Seguirán teniendo claro que existe una batalla mucho más importante que la electoral, la cultural? Que el poder formal o institucional es solo cáscara y humo si es que previamente no se ha trabajado en el ámbito de las ideas, en el proyecto político.


En fin: pese a que programáticamente les ha faltado mayor articulación, los Republicanos han cumplido un rol relevante. Han vuelto a abrir debates y romper falsos consensos que la izquierda había declarado como fijos con el silencio de Chile Vamos. Han ejercido el rol fiscalizador que le cabe a una oposición, logrando frenar parcialmente el intervencionismo electoral de Boric, haciendo caer al Subsecretario de Redes Asistenciales y dejando al descubierto a uno de los políticos más nefastos de esta generación, Giorgio Jackson. Sin embargo, el escenario hoy es diferente para ellos…son mayoría en un proceso que nunca quisieron, son mayoría gracias a que quienes los votaron, en parte, se identifican con la oposición a dicho proceso…

La nueva izquierda ya fue víctima de la obsesión constituyente. Su agenda refundacional fue abrumadoramente rechazada por los chilenos. A Chile Vamos también le pasó factura la insistencia constitucional. La desconexión con los chilenos provocó que sus tres partidos juntos fueran aplastados electoralmente por su derecha. ¿Y los Republicanos? ¿Lograrán navegar exitosamente por Las Bermudas constituyentes?


Soy Francisco Cancino, Director de Estudios de FNM. Si estás preocupado por las cuestiones que te acabo de plantear y el resultado final de este proceso, déjanos tu comentario, comparte este video y suscríbete a nuestro canal para mantenerte informado.



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