Por Josefa Lavín | Estudiante de Tercero Medio
Es difícil resolver los problemas políticos y sociales de un país, ya que satisfacer a toda la población es imposible. Lo primero es reconocer cuál es el problema de fondo del cual derivan todos los demás. Creo que solo se puede llegar a una conclusión: la educación. Pero para lograr una verdadera solución, es necesario “filosofar” por un momento. Pregúntate, ¿cuál es el país que quieres? Y luego, ¿cómo es la educación que se necesita para llegar a ese país?
Luego de realizar este ejercicio, pensé en un país en donde se vive acorde a los valores y derechos naturales del ser humano, una nación libre y próspera, y una sociedad que fomente las oportunidades.
Para concretar estas ideas es necesario hablar sobre el rol del Estado. Este debe proteger los valores y derechos intrínsecos al ser humano, pero nunca intervenir en la vida del mismo: “El Estado está al servicio de la persona humana” (Constitución Política de Chile). Por otro lado, éste debe garantizar la equidad -dar a cada uno lo que merece en función de sus méritos o condiciones- de oportunidades en cuanto a la educación, por lo que no solo deberá promover la educación pública, sino que también la privada y mixta.
¿Por qué es bueno que el sistema educativo conste de accesibilidad a instituciones públicas, privadas y mixtas?
Primero, el hecho de que no solo los colegios públicos sean asequibles, garantiza el ejercicio de la libre elección de los padres para la educación de sus hijos. En segundo lugar, esto también logrará una mayor equidad de oportunidades, y mejorará la calidad en la educación por la natural competencia que se dará en ofrecer los mejores servicios educacionales. Esto se financiará con un sistema que subsidie la demanda (actualmente el sistema subsidia la oferta): quiere decir que a cada familia se le dará una cuota mediante un voucher, con un valor acorde a la cantidad de hijos, para financiar parte de la mensualidad de la institución que ellos eligieron. Si bien la “malla curricular” básica será la misma para todos, existen algunas diferencias entre las instituciones que desarrollaré a continuación. Las instituciones particulares y subvencionadas son de carácter privado, lo que quiere decir que tienen una mayor libertad respecto a los contenidos básicos y/o de la formación religiosa que quieran impartir.
Por el contrario, los colegios públicos seguirán siendo instituciones laicas.
Igual de trascendente es que los colegios le den mayor protagonismo a las familias, animándolas y ayudándolas a que sus hijos estudien. Las escuelas deben ser un soporte para las familias con el desarrollo de programas de apoyo, con material y refuerzo para los padres o tutores, para ayudarlos a involucrarse más en la formación de sus hijos y sean capaces de asistirlos en los aspectos académicos y formativos (Maritza Rivera M. Escuela de Psicología, Pontificia Universidad Católica de Chile).
Los colegios no solo deben capacitar a los padres, sino que también al profesorado. La calidad de la educación va a mejorar sólo si lo hace la formación de los docentes.
El estado ha de proveer programas de capacitación en técnicas pedagógicas y en contenidos novedosos respecto a distintos temas. Además, ésta debiera ser una profesión mejor pagada, así se incentiva a que más personas puedan vivir dignamente siguiendo su vocación de educadores. Sólo así se logrará mejorar el sistema.
También es importante hablar sobre las asignaturas básicas que se deben enseñar y por qué. En primer lugar lenguaje y matemáticas, dado que son esenciales para el desarrollo cognitivo del ser humano, pero para lograr un mejor aprendizaje, se dividirán según intereses/habilidades y así obtener una educación más personalizada. En segundo lugar deben ir las distintas ciencias como química, biología y física, ya que estas nos permiten explorar el potencial de la naturaleza. Luego, historia y educación cívica; ambos dan ideas básicas de cómo es que funciona un país y forman nuestra identidad como sociedad, y creo que deben ser obligatorias durante toda la vida escolar puesto que se está formando futuros ciudadanos. Además, creo que filosofía es esencial porque nos lleva a preguntarnos por el fin último de la vida, por lo tanto a darle un sentido, lo cual, crea personas pensantes y felices. No menos fundamental es que exista una educación sexual, pero no como se quiere impartir actualmente, sino a una educación que incluya la afectividad, en orden a las virtudes y sujeta a un bien mayor. Luego, están todas las artes y la actividad física, puesto que ambos complementan las dimensiones del ser humano. Para terminar, quiero agregar que se debe inculcar un espíritu crítico en los niños, por lo que los profesores tendrán que hacer sus clases libres de ideologías u opiniones, y enseñar a pensar críticamente a partir de hechos.
Está claro que crear un sistema de educación no es fácil, pero es esencial que todos pensemos en este asunto, ya que en él convergen gran parte de los problemas de un país. Lo que propongo es un cambio de estrategia en la manera en que el país debiese abordar este tema, partiendo por el subsidio a la demanda, e involucrando más a las familias, además de potenciar la formación de los docentes, y ajustar los contenidos de los programas educacionales. Cabe destacar que los verdaderos efectos que un buen sistema conlleva, sólo se empiezan a notar en el mediano o largo plazo, por lo mismo, es necesario que quienes definen las políticas pública en esta materia, sepan tener esta proyección a futuro. Aún así, es la única forma en que se podría llegar al país soñado descrito en el principio.
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