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Está en nuestras manos el destino de Chile

(Por Johan Beret)

Mis respetados camaradas. La semana pasada escribí una columna con pena, enmarcada en los nuevos hechos de violencia que implicaron la muerte de inocentes en la Araucanía. En ella invité al lector a reflexionar sobre la importancia de ir a votar este 25 de octubre, y marcar decididamente nuestra opción “Rechazo”.

Pues bien, ahora escribo con molestia. No, más bien, escribo con rabia, y ahora les explicaré por qué. Esta semana nos llegó la última encuesta de NUMEN Sondeos, la que muestra las perspectivas de éxito tanto de las opciones Apruebo y Rechazo para este plebiscito. En ella se muestra un dato interesante: del total de encuestados, un 43,7% se declara a favor del Rechazo, mientras que un 37,7% se declara a favor del Apruebo y 18,4% se declara indeciso; ahora, si los indecisos fueran absorbidos por las dos opciones previamente mencionadas, la proyección indica un 53,8% a favor del rechazo y un 46,2% a favor del Apruebo.

Sin embargo, al analizar y cuantificar la voluntad de voto, los resultados no son muy alentadores: del total de consultados que se declararon a favor del Rechazo, solo un 23,4% indicó que “de todas maneras iría votar”, mientras que el 76,6% restante se reparte entre que “probablemente iría”, “tal vez no iría” e incluso – y es lo que más duele – “seguramente no iría”. Los motivos de este 76,6% de personas para posiblemente no ir a votar son: no me interesa, miedo a la violencia y al COVID, incluso el no entender lo que se vota; sin embargo, el mayor porcentaje (35,2%) indica que no irá a votar porque, según ellos, “la elección está perdida”.

Para todos estos votantes, les escribo esta columna. Para ellos, para hacerlos despertar de su letargo, de sus miedos e incluso – siendo más osado – de su desinterés por el Chile en el que viven. Si alguien tras leer esta columna decide ir a votar, podré morir tranquilo. Pero antes no voy a dejar pasar esta oportunidad de felicitar y encomiar a quienes, a pesar de todas las cosas, irán a votar este 25 de octubre, y que han salido a las caravanas y han sido valientes en declarar su postura. Ahora les encargo que compartan estas reflexiones con todos aquellos que conozcan y que se encuentren en la posición de no ir a votar. Aquí va el mensaje para estos votantes.

MIEDO A LA VIOLENCIA: señora o señor, ¿usted le teme a la violencia? Lo entiendo, yo también, por ello no uso mi verdadero nombre en estas columnas. Pero piense, ¿cree usted que la violencia terminará si usted deja que gane el Apruebo?, ¿O cree usted que dejando contento al “pueblo” (siguiendo el dialecto marxista) la gente dejará de hacer presión en las calles? ¡Se equivoca! Darle esta victoria será solo el comienzo. Si gana el Apruebo, le aseguro que después comenzará otra persecución, más selectiva, y más frontal, posiblemente en los trabajos, en los vecindarios; de hecho, ya se está viviendo en las universidades y escuelas. ¿Usted se quiere librar de la violencia? Entonces VAYA A VOTAR RECHAZO ESTE 25 DE OCTUBRE. Si no lo hace, verá cómo la “nueva constitución” se trasforma en la excusa para seguir hostigando a quienes no piensan en la línea progresista.

MIEDO AL COVID: señora o señor, comprendo su miedo al COVID; muchos de nosotros no hemos podido ver en meses a nuestros seres queridos, en aras de cuidarnos de esta brutal pandemia. Pero piense, ¿usted va a comprar?, ¿ha ido al doctor?, ¿le han llevado comida u otros elementos a su casa? Estoy seguro de que sí. Y estoy seguro también de que tras estos contactos … ¡usted sigue sano! Entonces, ¿no vale la pena ir a votar este 25 de octubre, tomando todas las medidas del caso (usar mascarilla, lavar sus manos, evitar contacto estrecho, lavar su ropa al llegar a casa, etc.) y cumplir este deber – y ahora, necesidad – para aportar a la estabilidad de Chile? Reconsidere su postura; no le pedimos que exponga su vida, de ningún modo. Pero al menos considere este sacrificio no menor, por el bien de Chile. Tenemos fe de que en un futuro cercano lo agradecerá.