El rechazo va ganando nuevamente la elección.
Todas las encuestas están dan por ganador al Rechazo en diciembre, con amplísima ventaja.. En Criteria gana por 14 puntos, en Black&White por 15, en Feedback por 16 y en Cadem, atención, por 30 puntos.
Uno puede tener legítimas dudas respecto de los estudios de opinión, por supuesto. Yo desconfío de ellos…sus jefes hacen investigación de opinión, pero luego pululan por tertulias como analistas políticos y, son contratados por esos mismos a los que después miden. Los más atrevidos, incluso, intentan pautear al Gobierno.
Pero más allá de mi desconfianza o de la opinión que pueda tener, aquí hay evidentemente una tendencia, una señal que da cuenta de que el pueblo chileno ya se formó un juicio sobre el proceso constituyente de la clase política…y ese juicio no es positivo.
- El cambio constitucional ya no se concibe como el vehículo para solucionar problemas sociales.
- La radicalidad del mecanismo y el ánimo refundacional mostró sus riesgos.
- La insistencia constitucional de los políticos los dejó al descubierto como caprichosos y voluntaristas.
Y todo eso, la gente lo vio. El pueblo chileno realmente despertó y ya no se cree el cuento que hace tres años se compró.
De todos modos, y más allá del hastío ciudadano, estamos aquí, enfrentados a un nuevo proceso.
Y, así las cosas, si la cuestión constituyente fue relevante el 4 de septiembre recién pasado, hoy lo sigue siendo.
La izquierda radical, liderada por el presidente Boric, no ha renunciado a su proyecto refundacional y, hoy por hoy, es la única izquierda que tiene representación en el Consejo.
Entendiendo esto, el llamado que corresponde hacer a quienes seguimos de cerca el proceso es a mantener el estado de alerta: a diferencia de lo que muchos dirigentes sostienen (incluso de Republicanos), el anteproyecto de la comisión de expertos NO es un buen punto de partida (a continuación, explicaré por qué), y justamente por eso es que requiere cambios profundos.
Hasta el 17 de julio (el lunes que viene) los consejeros elegidos podrán presentar las reformas que correspondan. Siendo este el contexto, quienes defendemos y promovemos un proyecto político de libertad, de orden y unidad nacional, esperamos que quienes tienen la mayoría en el Consejo (los Republicanos y Chile Vamos), tengan absoluta claridad para eliminar las siguientes cuestiones que el anteproyecto incluye y que los chilenos ya rechazaron el 4 de septiembre…
Me refiero a:
1. Derechos colectivos indígenas.
2. Principio de igualdad sustantiva.
3. Principio y regla de paridad.
4. Principio de interseccionalidad.
5. Derecho a huelga para funcionarios públicos.
Y por supuesto, esperamos, también, claridad absoluta en incluir cosas que tanto el anteproyecto como la propuesta refundacional del 4 de septiembre excluyeron, y cuya omisión llevó a la gente a rechazar. Me refiero a:
1. La propiedad y heredabilidad de los ahorros previsionales. La libertad de elegir el administrador de dichos fondos, y la prohibición de su expropiación, nacionalización y confiscación.
2. El derecho a elegir la institución de salud en la cual atenderse.
3. El derecho y deber preferente de los padres a educar a sus hijos.
4. Un mandato constitucional para que se proteja la vida del que está por nacer.
5. El derecho de propiedad sobre los derechos de aprovechamiento de agua.
6. Causales de prohibición de huelga.
La oportunidad es histórica…no en el sentido en que lo entienden los universitarios del Frente Amplio: es una oportunidad histórica no tanto para hacer una nueva Constitución ni mucho menos para asegurar una elección presidencial, sino para dar la batalla cultural, para que aquellas ideas que creemos que hacen bien a los pueblos triunfen, para que la derecha muestre su proyecto político que, si es el que presumimos, es uno absolutamente ganador.
Porque es un proyecto:
- Que promueve la unidad nacional en contraste con la fragmentación de la nación.
- Que fomenta la protección de la vida y no la cultura de la muerte.
- Que cree en la igual dignidad de las personas y no en la creación de discriminaciones odiosas por razones de sexo, raza, etnia u orientación sexual.
- Que asegura la libre expresión de opiniones y no las historias oficiales ni censuras.
- Que permite la razón y la crítica fundada y no la cancelación y el talibanismo.
- Que se enorgullece de sus tradiciones y símbolos, y no pretende pervertirlos.
- Que entiende que proteger sus fronteras es proteger a sus ciudadanos, su seguridad, modo de vida y costumbres.
- Que garantiza la protección de la propiedad privada y no la colectivización de lo que es propio.
- Que promueve las condiciones para emprender libremente y no el expolio estatal.
Atentos entonces. La derecha tiene un desafío: redactar un texto constitucional que agrade al pueblo chileno, no a la izquierda del Consejo; uno que sea mejor que la Constitución actual, no simplemente mejor que el mamarracho rechazado el 4 de septiembre ¡qué parámetro de comparación es ese! uno que opte por las personas y no por el Estado. De nosotros depende presionar a nuestros representantes para que estén a la altura, para que cumplan con las expectativas que ofrecieron en campaña, y no defrauden.
Si estás preocupado por el resultado final de este proceso, comparte este video y suscríbete a nuestro canal para mantenerte informado. Soy Francisco Cancino, Director de Estudios de FNM.