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El caso de Camila Gallardo y la hipocresía de los artistas progres chilenos

Por Daniela Carrasco | Politóloga y candidata a magíster en Comunicación Política

Instagram: @daniela.carrasco90 | Twitter: @daniela_CV90



Camila Gallardo, una cantante juvenil chilena, fue descubierta haciendo una fiesta clandestina en su departamento ubicado en un exclusivo hotel de la ciudad de Santiago. Su caso ha sido controversial porque rompió las normativas sanitarias impuestas por el covid-19, a pesar de que en días previos (y en especial desde el 18-O) ha emitido discursos contradictorios basados en la lucha de clases, en la conciencia social, y promoviendo la inquisición social.

En esta oportunidad, la cantante fue víctima de su propia corrección política.


Como ocurre a lo largo de Latinoamérica, el gobierno chileno ha endurecido las normativas para controlar los casos de contagio del coronavirus. Toque de queda, cuarentenas dinámicas, y números telefónicos para denunciar a los que rompen las medidas sanitarias ya son parte de la cotidianeidad de los chilenos. Ante este escenario hay un interesante debate en relación con cómo se ven afectadas las libertades, lo que devela el giro autoritario que han tenido los gobiernos.

Pero, por otro lado, hay voces que funcionan como policías de la verdad, que dictan cuáles discursos y comportamientos son válidos, señalando que quienes interpelan el autoritarismo solo piensan en su propio beneficio en desmedro de la salud de los demás. Por ello, cuestionar las cuarentenas y otras restricciones sería un acto burgués, y ya conocemos el resto de su repetido discurso: “capitalista, fascista y neoliberal”.


Los actores del mundo cultural se han proclamado abiertamente anti-capitalistas, comunistas y feministas, es decir, han adoptado los lineamientos de las izquierdas. Y con una falsa superioridad moral, se posicionan como policías de la verdad cuando juzgan y “funan”, pues actúan como blancas palomas justicieras. Pero la experiencia nos demuestra que ellos son los primeros en contradecir sus discursos.