Por Boris Hiche Licenciado en Matemáticas, PUC
Lo cierto es que el gobierno de la UP fue un descalabro.
Lo cierto es que la izquierda ha instalado de manera majadera y obsesa que todo el despelote fue una maniobra orquestada de la CIA, del latifundio, de los oligarcas.
Lo cierto es que ellos querían hacer una guerra civil usando la legalidad que los tenía instalados en el gobierno.
Lo cierto es que el MIR, el FTR, el FER, el MAPU Obrero Campesino, eran movimientos de ultra izquierda que no estaban por la vía pacífica del socialismo.
Lo cierto es que los Realismos Socialistas se desmoronaron por su propio peso.
Lo cierto es que se desplomaron por falta de libertad y de una economía estatal ineficiente y
estéril.
Lo cierto es que se desplomaron porque fueron países sin imaginación y sin espiritualidad.
Lo cierto es que el ateísmo comunista hizo de sus almas seculares unos corazones corrugados.
Lo cierto es que nunca emergió ese hombre nuevo.
Lo cierto es que el proletariado nunca estuvo en el poder del Soviet Supremo.
Lo cierto es que fueron regímenes sin creatividad productiva.
Lo cierto es que no hay ningún invento en los mercados occidentales que tengan la marca "Made in URSS" o "Made in RDA" o cualquier economía estatal de aquellos años donde la vida tras la muralla de hierro presumía de ser una vida buena, libre creativa, solidaria y libre de crispaciones.
Lo cierto que brilla por su ausencia esa estética nueva que iba a renovar la literatura burguesa.
Lo cierto que hasta ahora nunca hemos visto una antología de poesía proletaria, o poesía con la estética renovada que prometían los paraísos socialistas. Lo cierto es que hubo literatura y arte contestatario y disidente.
¿Conoce usted alguna corchetera, o agujas, zapatillas, zapatos de fútbol, bicicletas, computadores, celulares, cuchillos de cocina, lavadoras, televisores, gaseosas, vinos, lápices, equipos de música, jugueras, microondas, o herramientas que provengan de las economías socialistas?
¿Dónde estaba esa creatividad del proletariado que al ser dueños de los medios de producción iba a estallar una imaginación desbordante que traería frugalidad y felicidad a la especie humana?
Lo cierto es que fueron derrotados.
Lo cierto es que no aceptan la derrota, el fracaso.
Lo cierto es que siguen pegados a una quimera.
Lo cierto es que siguen demonizando al capitalismo.
Lo cierto es que el capitalismo progresa y ha traído bienestar como ninguna otra economía en la historia de la humanidad.
Lo cierto es que ni el festival de Woodstock, ni los movimientos feministas, ni los intelectuales y artistas de izquierda, ni las declaraciones y cartas abiertas de los progre-liberales de izquierda, ni el movimiento de Mayo 68, ni la reforma universitaria de la UC chilena, ni la masacre de Tatlelolco, ni la poesía de Neruda ni las canciones de Víctor Jara, ni toda la poesía anti capitalista, ni las canciones de Joan Baez ni de Bob Dylan, ni el Guérnica de Picasso, ni los murales de los muralistas mexicanos, ni Frida Khalo, ni Simone de Beauvoir, ni el cine contestatario, ni los museos de la Memoria, ni los premios nobeles de literatura, han cambiado el mundo.
Lo cierto que Occidente ha progresado gracias a su economía, gracias a la libertad de elegir.
Lo cierto es que el capitalismo ha traído más bienestar, más libertad y ha aumentado la esperanza de vida. No es la poesía la que ha contribuido a aumentar la esperanza de vida.
Lo cierto es que la estatua de Lenin es un fierro roído tirado en algún lugar de Rusia,
donde descargan sus porquerías los pájaros.
Lo cierto es que el comunismo se ha manchado de crímenes, de persecuciones, de cámaras de tortura, de espionaje, de censura como régimen totalitario que fue.
Lo cierto es que Cuba vive en una inercia revolucionaria y una vida cotidiana descascarada
como los muros de la habana vieja.
Lo cierto es que Cuba es un ghetto, que gracias al béisbol han podido mantener un cierto estado de ánimo.
Lo cierto es que la izquierda trata de hacer leña de árbol caído.
Lo cierto es que la izquierda ha hecho de sus símbolos destronados un mercado temático que los exhiben en museos como escombros de guerra.
Lo cierto que han hecho de su embuste y derrota una museografía para darle tintes de sacralidad y de imágenes de culto a sus fetiches ideológicos.
Lo cierto es que la izquierda quiere resucitar un cadáver muerto.
Lo cierto es que siguen utilizando el arte y la cultura con fines propagandísticos.
Lo cierto es que les encanta tener el arte cooptado como arma de lucha insurreccional.
Lo cierto es que niegan las visiones religiosas de la vida, pero hacen del arte una teología donde catequizan a moros y cristianos, desde donde ejercen una condena a sus adversarios o enemigos políticos con la seducción estética que provoca el arte y la palabra poética.
Lo cierto es que siguen hablando en nombre del pueblo.
Lo cierto es que siguen nostalgiando ese futuro prometido que nunca llegó.
Lo cierto es que me despercudí, me escapé, me liberé, de ese ser de izquierda... de ser de izquierda.
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