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Así se tramó el escándalo



Hace unos días me llamó un amigo para comentar la última actualización (de lo que a estas alturas es una teleserie con entrega diaria de capítulos) y le hice la siguiente pregunta (se las hago ahora a ustedes a ver qué piensan)…


“¿Tú qué crees: estos personajes del Frente Amplio son ladrones (así, a secas) o ladrones que no se dan cuenta de que están robando?”


“¿Cómo que no se dan cuenta?”, me dice


“Así tal cual: roban, pero en realidad sienten que están haciéndole un bien al país; gente que tiene una especie de complejo de Robin Hood, pero que no le entrega la plata que roba a los pobres, sino a su causa política que, obvio, favorecerá a los pobres”


“Yo creo que tú estás siendo muy benevolente: a esta gente le gusta la plata y aprendió a robar rápido nomás…”, me dijo él


La conversación terminó unos minutos después (ya les cuento cómo y aunque tenía pendiente llamarlo de vuelta para ponerlo en conocimiento de algunas de las cosas que pretendo hacer públicas hoy (porque seriamente podemos darlas por confirmadas) me pilló la máquina, así es que lo voy a poner al día con este video…


Pero antes de ir a lo más grave, quiero comentar algo insólito que pasó a comienzos esta semana, que no sé si calificar de raro o de patético… creo que freak es la palabra precisa.


Me refiero al ‘amague de atentado’ que sufrió la sede de Revolución Democrática. Una fogatita, en la vereda, con un cartel que decía “hicieron de nuestras necesidades el mejor de sus negocios”.


En redes sociales circuló la tesis de que fue un tongo de ellos mismos, un autoatentado. Pero a mí no me hace sentido, porque si fueron ellos mismos los que redactaron ese mensaje “hicieron de nuestras necesidades el mejor de sus negocios”, entonces habría que cerrar por fuera porque estaríamos bajo la conducción de subnormales.

PERO (y acá entra la parte rara), también es cierto que fue un ‘amague de atentado’ porque la magnitud de las llamas eran tales, que la alerta que recibió bomberos no era de incendio, sino de (cito textual) “basura en la vía pública” … entonces si había gente enojada con Revolución Democrática, el enojo no era demasiado pasional.


La verdad es que no daba ni para barricada. De hecho, yo creo que con un balde o una manguera, los militantes, que quizá todavía quedan en ese partido, quién sabe, la hacían, pero en fin… prefirieron llamar a bomberos.


Hay registro audiovisual del ataque terrorista, juzguen ustedes mismos…


Este episodio no ameritaría demasiada atención, si no fuera por lo que pasó después…


¿Ustedes vieron la reacción Gonzalo Winter (de Convergencia Social, el partido del Presidente) a raíz del ‘ataque’… se dieron cuenta del tenor de sus declaraciones?


Hoy la sede de Revolución Democrática fue atacada. Este tipo de actos en democracia se deben condenar con toda la energía


Uno se imaginaría, no sé, que se produjo algo análogo a la Toma de la Bastilla


Pero no… el ataque era este…


Pero repasemos las palabras de Winter: “¿Este tipo de actos en democracia se deben condenar con toda la energía?”…


¿En serio, Diputado Winter? ¿No estábamos también en democracia, durante ‘el estallido social’? Porque no recuerdo una reacción suya tan firme ante esos incendios, que eran realmente incendios, no una fogata ordinaria a la salida de la sede de un partido político.


Fíjese que en esos meses y a raíz de esos incendios intencionalmente provocados, murieron 14 chilenos, 14 familias…


Pero Daniel Núñez, el senador comunista, tampoco quiso restarse de la condena transversal al ‘atentado’ que se produjo, como decía, en la vereda aledaña a la sede de RD.


Repudio total por el atentado incendiario en contra de la sede de RD. Nada justifica este ataque. La vida democrática es un bien que tenemos que cuidar entre todos. No hay espacio para acciones que solo buscan el amedrentamiento e imponerse mediante la violencia”.


De nuevo, todo ese bombo semántico, para esto


¿“La vida democrática es un bien que tenemos que cuidar entre todos. No hay espacio para acciones que solo buscan el amedrentamiento e imponerse mediante la violencia”? ¿Cómo se hace, qué toma usted para el descaro, Senador? ¿Hay en el PC algún tipo de entrenamiento para la desfachatez… juegan poker muy seguido ustedes, o qué?


Esto que dice usted, que “no hay espacio para acciones que solo buscan el amedrentamiento e imponerse mediante la violencia” ¿no valía para lo que ocurrió entre la noche del 18 y del 19 de octubre de 2019, en que fueron quemadas 25 estaciones de metro? ¿Recuerda que por esos meses, 208 individuos fueron formalizados y 68 condenados por delito de incendio y porte de artefactos incendiarios? ¿Recuerda que 82 carabineros sufrieron quemaduras… quemaduras que afectaron a 2 mujeres, en sus rostros?


¿Qué les pasa a ustedes?


Nada pues: lo que pasa es que el principio moral por excelencia en el que ustedes creen (y quizá el único que practican) es el de la conveniencia política. Lo bueno es lo que les da ventaja, lo malo, eso que los perjudica.


Y justamente porque son ustedes los que definen lo que es bueno y lo que no en función de la conveniencia política, es que también son ustedes los que deciden cuándo un incendio es una manifestación social que fortalece la democracia, y cuándo es un ataque que la pone en riesgo.


Por eso vuelvo a la pregunta que le hice a mi amigo ¿Esta gente se da cuenta de lo que hace? ¿Entienden que llamar protesta social al uso de la violencia en nombre de la política, es validar la violencia? ¿Entienden que eso afectó gravemente la vida de millones de personas? ¿Son conscientes de su responsabilidad en esos hechos?

Mi amigo piensa que sí, y que simplemente, no les importa

Yo tengo una opinión distinta: yo creo que ellos piensan que actúan correctamente, y que ahí está la clave para entender cómo opera esta gente…creen que todos los costos que puedan sufrir las personas (nunca son ellos, obviamente), se justifican, se tienen que entender como son daños colaterales del camino que les permite alcanzar el paraíso en que creen y prometen.


¿Se acuerdan de lo que decía Fabiola Campillai sobre los incendios?


¿De la chica del momento, Catalina Pérez, y su justificación de los incendios, poco menos que como reacción épica ante la injusticia?


Dicho sea de paso, estos razonamientos de Fabiola Campillai y Catalina Pérez son rarísimos, “Oye, esto es injusto.

La injusticia me molesta

Ya, entonces vamos a quemarlo todo”


Es cierto que con los incendios, estos personajes dejaron meridianamente claro que estaban molestos, lo que no veo con tanta nitidez es la relación entre quemar las cosas y hacer justicia. Es un poco impráctico, además. Quemar supermercados, farmacias, medios de transporte… salvo que no sean los que uno usa.


Quizá por eso la clase política fue tan débil cuando esto ocurrió: no iba a ser su estilo del vida en que se vería afectado.


Y a propósito de esto, Mario Rozas (general en retiro de carabineros) dijo la semana pasada que quienes habían avalado la violencia, homenajeando a la primera línea con un acto en el Congreso, por ejemplo, tenían una deuda pendiente…


¿Y quién salió a cuestionarlo por estas declaraciones que obviamente, comparte la mayoría de los chilenos?

Uno de ellos, el top 1 de las últimas semanas en materia de declaraciones desafortunadas, Gonzalo Winter.


Pero no solo él: la propia Lorena Fries (militante de Convergencia Social, el partido del presidente) y ahora diputada ¿y qué dijo? “no creo que haya habido ninguna declaración, ni implícita ni explícita respecto de avalar los delitos que se cometieron durante el estallido social…” bien ahí hasta que viene el famoso ‘PERO’ “Lo que sí hubo- agregó- es una reinvindicación social a la manifestación”.


¿De qué está hablando, señora? ¡En Chile hemos sido testigos, por décadas, de una manifestación social- como le llama usted- tras otra! Marchas, huelgas, paralizaciones… por décadas, repito ¿Por qué dice usted que en ese momento hubo una reinvindicación social de las manifestaciones…? ¿Cómo es que asocia un período de destrucción, delincuencia, vandalismo y violencia extremo, a la reinvindicación del derecho a manifestarse, que no solo existía, sino se ejercía activamente?


Eso que dice usted la delata de cuerpo entero, perdóneme que se lo diga. Y si le falla la memoria, le muestro acá el video del homenaje que el congreso hizo a la primera línea: si eso no es avalar la violencia, no sé qué es…


Y por si quedan dudas, la misma diputada Lorena Fríes, fue hace algunos años, Directora del INDH (esa institución impulsada por la izquierda y para la izquierda, y cuyas autoridades gozan, para esa izquierda, de algo así como una infalibilidad papal en materia de derechos humanos).


¿Nos sorprenden entonces los silencios cómplices del INDH? ¿El silencio del entonces director de la institución, Sergio Micco, ante las presiones que sufría por parte de la ultra izquierda para acusar al Gobierno de Piñera y a Carabineros, de violar derechos humanos? Y no, no me digan que fue valiente. No es de valientes hablar a destiempo, como lo hizo, y cuando ya queda poco y anda que perder.


A todos ustedes les digo, a todos los que avalaron, justificaron, alentaron o callaron, les digo: millones de chilenos sufrieron con los incendios: perdieron quizá a alguien de su familia, perdieron sus negocios, sus fuentes de trabajo, sus iglesias, sus barrios, perdieron tiempo con su familia, porque no tuvieron metro, ni supermercados, ni farmacias, cerca de sus casas.


Su indignación moral de ahora, por una fogatita cagona (perdóneme el chilenismo)… es una falta de respeto, un insulto, para los chilenos que lo pasaron mal entonces.


Pero yo mantengo mi pregunta (dejen sus opiniones en los comentarios, porque los voy a leer) ¿estas personas, son o no son conscientes de lo que hacen? Y lo más importante, quizá ¿quién es peor: el que obra mal, sabiendo que obra mal, o el que llama buenas a sus obras malas? Porque esa fue en realidad la discusión que tuve con mi amigo…


Pasando a otra cosa (que considero mucho más grave aunque no la más grave) esta semana circuló, y dio origen a una funa masiva, una entrevista de Pato Fernádez… Y digo que fue grave no por la funa, sino por las cosas que rodearon el incidente, y que: o no se supieron, o no se dijeron.


En fin, esto fue lo que Pato Fernández dijo:


Veamos qué dice exactamente:


Entonces: que se debería poder discutir cuál fue la causa del Golpe: por qué y cómo se llegó a ese punto


Y luego…


Es decir, que se debería poder coincidir en que los sucesos posteriores al Golpe son inaceptables (asumo que se refería a la tortura, asesinato y desaparición de personas, que es lo inaceptable)


¿Y qué pasó?


Cerca de 160 agrupaciones ‘pro defensa y promoción de derechos humanos’ entregaron una carta al Presidente Gabriel Boric en la que solicitaron la salida de Patricio Fernández, como asesor presidencial para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973.


Leo un extracto de la carta que mandaron refiriéndose a Fernández, para que ustedes mismos noten el nivel de fascismo de esta gente:


...“el encargado de la conmemoración de estos alevosos hechos, no condena el golpe de estado, restándole valor y desconociendo la relación de causa y efecto entre el golpe de estado y las violaciones a los derechos humanos, LAS QUE SOLO SON EXPLICABLES POR EL GOLPE MILITAR”.


Primero mienten, cuando dicen que Fernández no condena el Golpe de Estado, porque aunque es verdad que no lo condena, tampoco lo justifica. Simplemente señala en el tono de demócrata cristiano que lo caracteriza desde que se convirtió, que se pueden buscar causas… ¿Cuál es el problema? ¿Acaso hay algún hecho histórico que no las tenga?


Porque eso fue lo que dijo Fernández. Nada más.


Y ya que vamos a hablar de causas, aprovecho de referirme a algunos hechos (hechos, no opiniones), que quizá le sirvan a estas organizaciones de ultra izquierda para el ejercicio de su memoria…


En el gobierno de ultra izquierda de Salvador Allende hubo infracciones a la constitución y a las leyes; hubo violencia extrema, exacerbación del odio social, amenazas y tomas por parte de la ultra izquierda; hubo expropiaciones, asesinatos, hubo financiamiento extranjero de gobiernos comunistas a grupos terroristas, también de ultra izquierda.


¿Esos son los hechos que no tiene sentido recordar o conectar con el Golpe?

¿O cuya consideración representa (no se sabe bajo qué lógica) una justificación de hechos posteriores?


¿Quién dice lo que se puede discutir y lo que no? ¿El partido comunista? ¿Quién decide? ¿La comisión contra la desinformación que Camila Vallejo ha impulsado recién, por decreto presidencial?


¿Son ustedes, los buitres de los derechos humanos, los ungidos para otorgar o denegar permisos para hacer relaciones causales?


Como expresamente lo dicen en su carta cuando acusan a Fernández de “desconocer la relación de causa y efecto entre el golpe de estado y las violaciones a los derechos humanos, las que (atención acá) SOLO son explicables por el golpe militar


Vivimos, señores, en un país libre. De hecho, como decíamos la semana pasada, Camila Vallejo ha elogiado la democracia cubana y ha señalado que debería ser un ejemplo para Chile.


Vivimos en un país libre, donde una diputada como Karol Cariola, ha asegurado que China no es una dictadura…


Vivimos en un país libre, donde la ministra vocera de gobierno y la diputada en cuestión dicen cosas como éstas, que en la práctica significan la trivialización de la muerte y del dolor de las millones de personas que han sufrido las dictaduras cubana y china por más de 70 años…


Pero eso significa, entre otras cosas, vivir en un país libre. Que señoritas burguesas de labios rojos y ropa cara, como Vallejo y Cariola, puedan decir aberraciones como esas, no solo en privado sino en medios de comunicación masivos; sostenerlas a lo largo del tiempo; y en el colmo de los colmos, militar en la secta religiosa de resentidos sociales que es el partido comunista.


El respeto a la libertad comprende el respeto a que la gente se equivoque, cometa errores o derechamente, sea idiota.


Y precisamente porque está garantizado el derecho a la idiotez, es que también hay libertad en chile para militar en el partido comunista.


En fin: lo de Pato Fernández fue, en realidad, la constatación de una obviedad… “podemos tratar de entender un hecho histórico y las causas que lo explican”. Eso. Nada más que eso.


Por eso, a esas 160 organizaciones yo les digo más: cuando Pinochet hizo entrega libre del poder, la mitad de los chilenos lo apoyaba. Deberían preguntarse por qué… quizá por los traumas que la ultra izquierda de la UP dejó en Chile…


También es bueno que esa ultra izquierda recuerde que el golpe propiamente tal, no lo apoyó solo la derecha, o la mitad de los chilenos: lo apoyó una mayoría absoluta de personas e instituciones. Todas las fuerzas armadas; el congreso con sus diputados y senadores. El poder judicial. Ciudadanos: hombres y mujeres, tanto de derecha como de izquierda.


El problema es que la memoria selectiva, la mala memoria, es fundamental para lo que hoy es, en realidad, un negocio. Y no puedo dejar de leer el extracto de una genial columna de Rafael Gumucio, en relación a este episodio y a estos grupitos…


“La palabra memoria, en bocas de quienes viven de ella (profitan, quiso decir) me aleja instintivamente de ella. La beatería teatral, la falta de humor, de ambigüedad, de complejidad, es para mí una señal de que el que dice haber vivido la dictadura, no la vivió o al menos no la entendió. Porque si algo enseñaron esos años es justamente la complejidad, y si algo nos permitió sobrevivir fue el humor. Por lo demás, lo que me aleja de la memoria es el hecho de que tengo memoria y no puedo olvidar que lo que hizo que la izquierda volviera a los derechos humanos fue justamente la sensación de que, de no mediar esos derechos y los deberes que implican, también nosotros podríamos ser los monstruos que nos torturaban, mataban o exiliaban”


¿Qué les dice Gumucio a estas supuestos defensores de los derechos humanos, en el fondo?


Que son impostores. Fíjense: “La beatería teatral, la falta de humor, de ambigüedad, de complejidad, es para mí una señal de que el que dice haber vivido la dictadura, no la vivió o al menos no la entendió”. Beatería teatral, falta de humor, de ambigüedad y complejidad ¿saben lo que pensé?


Y conste que esto lo dice Rafael Gumucio, el mismo que cuenta, en la columna (leo de nuevo) “Mi nombre, el de mi madre y el mi hermano Ignacio estuvieron alguna vez en las paredes del Museo de la Memoria. Éramos parte de una lista, a los 14 yo y 12 mi hermano, de chilenos que no podían volver a Chile”


Impostores, eso son los que se dedican hoy a validar lo que, se supone, ellos sufrieron. Impostores que como dice Gumucio, se dedican hoy a “la justificación de la violencia política como vía legítima para derrocar un Gobierno democráticamente elegido”.


Impostores que dicen ser lo que no son, y hacen lo mismo que, supuestamente, condenan.


Peor lo peor fue lo que pasó después: lo peor fue en realidad lo que hizo el propio Patricio Fernández:

Renunciar. Eludir el deber moral de defender ese bien que es de la esencia de una democracia: la libertad de expresión y consecuentemente, la de pensamiento.


Tolerar pasivamente una censura, con la consecuente privatización de los derechos humanos, por parte de un grupo de interés. Validar lo inaceptable.


Colaborar acá, renunciar, fue un acto de cobardía, una concesión inaceptable, del propio Fernández, que por años hizo además, de la provocación su identidad.


Y se equivoca en su carta de renuncia, cuando dice que su persona “se ha vuelto un escollo para el buen desarrollo de esta conmemoración”


No es su persona el problema, el problema es que el negocio de los derechos humanos se pone en riesgo cuando alguien invita a pensar. La verdad oficial e incuestionable, el dogma ¡ese es el fundamento del negocio!


Algunas fuentes confirmaron que efectivamente el Pdte. tuvo oposición cuando decidió comisionarlo para esta ‘conmemoración’, pero esta animadversión en su contra no es en realidad una animadversión personal, es de clase.


Patricio Fernández puede vivir en una población, tocar la trutruca, declararse trans, puede hablar de completo o decir provecho… pero lo de Fernández Chadwick no tiene remedio: es tan incurable como el resentimiento de sus detractores.


¿Quiénes definen lo que se puede pensar, discutir o decir?

Ellos

¿Quiénes declaran oficial una verdad?

Ellos

¿Con qué criterio?

Con el mismo de siempre: el de la conveniencia política que- en este caso- va asociada también a altas sumas de dinero.


Ellos deciden: ellos son la vara que distingue el incendio ‘que profundiza la democracia’, del que ‘la pone en riesgo’; la ‘interpretación correcta’ de la historia de la que ‘ni siquiera se puede esbozar’ … ellos son los que miden, y ellos son también la medida.


Y lo que le trataba de trasmitir a mi amigo, era precisamente que esta pretensión de ser ellos los que establecen la línea divisoria entre el bien y el mal, no da cuenta de un estado de inocencia suya, sino que al contrario: son señales de un narcisismo y una megalomanía peligrosísima.


Una persona que actúa mal sabiendo que está mal lo que hace, está más cerca de ser buena, o menos lejos, de aquella que se siente en posición de definir por sí misma lo que es bueno y lo que no. Y por eso, cuando digo que no se dan cuenta de lo que hacen, no estoy siendo benevolente…


Pero volviendo al tema de la censura: también el Gobierno es cómplice. "El Mandatario- dice el comunicado que se publicó a raíz de la renuncia de Fernández - comprende las razones que han llevado a Patricio Fernández a tomar esta decisión y valora su espíritu democrático, su compromiso con los derechos humanos”


¿Es broma?

No es democrática la renuncia a defender un principio republicano fundamental, como es la libertad de expresión y de pensamiento.

No es democrático de parte del Gobierno tolerar vetos injustificados.

No es democrático tampoco aceptar chantajes.

Y en relación a los derechos humanos: la libertad de expresión es uno de esos derechos, de modo que lo que han hecho en esta ocasión, es transgredirlo.


Sería interesante saber (ahora que el periodismo ha dado con tanta evidencia en relación a cosas que denunciamos por años) si no hay también cuantiosas sumas de dinero que se transfieren en nombre de los derechos humanos, a personas que son, a fin de cuentas, activistas políticos o meros oportunistas… y no precisamente, víctimas.


Porque los señores de la UP, la ultra izquierda de la UP, no hablaban precisamente en jerga de derechos humanos.


Hablaban de lucha armada, de lucha de clases, de expropiar, de matar, de violar

¿Se acuerdan? “el momio al paredón y la momia al colchón?


¿Renunció Patricio Fernández? Sí.

Pero a algo mucho más importante que su cargo, a un principio fundante de la democracia

¿Renunció el Gobierno? Sí. Cedió, en definitiva, al chantaje de grupos de interés.

¿Presentó su renuncia libremente o se la pidieron…?

Las declaraciones de la arpía de palacio, dejan dudas…


¿Estos serán los eufemismos que usará la comisión contra la desinformación?

¿Esta es la forma de censura en que creen, ésa que se manifiesta en ‘invitaciones a reflexionar’ que acaban, en renuncia?

O echarán mano, como lo hizo Aisén Etcheberri, a la idea de que (cito) "Este es un consejo académico que busca sintetizar el conocimiento respecto a la desinformación".


“¿Quién va a pescar a la comisión de desinformación?”, me decía mi amigo “Nadie: esa cuestión va a morir ahí… qué crees tú, que la próxima semana te van a bloquear tus redes sociales?”


Y yo le dije… no va a pasar mucho, salvo que el partido comunista llegue al poder, y este es un paso. En la Convención lo vimos, ni siquiera recuerdo la cantidad de veces que el comité de ética me sancionó, con multas, por haber dicho tal o cual cosa ¿Alguien mínimamente realista puede pensar que el partido comunista actuaría de una manera distinta, si tuviera el poder total?


Gumucio hace en su columna, una reflexión genial (y terminando esto paso a lo más grave de la semana)

“lo que nos separaba de esos verdugos no era una superioridad moral o física, o racial de ningún tipo, sino la conciencia que el poder ejercido sin control termina siempre en el crimen. Saber que podíamos ser Manuel Contreras fue lo que nos llevó a buscar leyes que nos evitaran poder serlo, aunque quisiéramos. Siento que esto es lo que han olvidado los dueños de los derechos humanos. El Nunca más no se aplica solo al otro que cometió los crímenes que cometió, sino a nosotros mismo que podríamos, si nos dejan, si nos dejamos, ser también esos criminales”.


Y la verdad es que para eso sirve la memoria (la memoria de verdad, no la memoria selectiva)

… no para mostrarnos qué tan malos pueden ser otros, sino el camino que nosotros podríamos transitar, para hacer lo mismo que hicieron esos otros que calificamos de malos.


¿Qué sentido tendría la memoria, de lo contrario? Si es cierto lo que cree esta gente: que el mundo se divide entre personas buenas, incapaces de maldad y psicópatas, para qué molestarse en recordar, porque los buenos no necesitarían lecciones, y a los malos, las lecciones no les interesan…


Hay, sin embargo, hay 2 grupos de personas que no son capaces de ver la complejidad del alma humana, que no reconocen en sí mismos ambivalencia alguna: todo es en blanco y negro. Y estos 2 grupos son el de los fanáticos, y el de los idiotas…


¿A cuál pertenecerá el grupo que nos gobierna?

Se imagina que haya en ellos una combinación de los dos?


En fin: llegamos ahora ¡de nuevo! al escándalo de las fundaciones y yo creo que a estas alturas, podemos decir sin ningún temor a equivocarnos, que estamos en presencia de un esquema. Lo digo responsablemente, después de que en FNM hiciéramos un análisis de todos los casos y cruzáramos muchos datos.


No quiero entrar en tecnicismos, pero fíjense ustedes, porque estos fueron algunos de los parámetros que consideramos:


- La fórmula que ha usado el Gobierno de Boric, se replica en distintos lugares de nuestro país.

Hasta ahora: Antofagasta, Los Lagos, Atacama, Arica y Parinacota, Bío Bío, Maule, Copiapó, La Serena, Coronel, Valparaíso y obviamente, la Región Metropolitana. Básicamente, no es un problema local


- Luego: los que hacen los traspasos, son, en su mayoría, Seremis y Gores ¿Hay alguna probabilidad de que a lo largo de todo Chile, a muchos seremis y Gores, se les haya ocurrido usar exactamente el mismo mecanismo para pasarle plata a organizaciones en que había amigos, parientes o personas de sus mismos partidos, y lo hayan hecho además, al mismo tiempo… POR CASUALIDAD?


- Sabemos también que hay al menos 6 fundaciones que recibieron plata habiendo nexo político-partidista o personal, entre el que daba la plata y el que la recibía


- Que hay al menos 4 fundaciones que recibieron fondos para realizar actividades que no tenían relación alguna con sus propios giros


- Y que hay al menos 3 fundaciones que fueron beneficiadas por organismos públicos ajenos a su región


- Plata para amigos, plata para hacer cosas que se supone no hacen, y plata de una región para otra región

Yo creo que no hay una sola explicación plausible para explicar esto, que no sea la de una concertación para robar.


- Debo agregar que hay 3 casos pendientes: uno que involucra a la ministra comunista, Jeanette Jara, que le da plata a un centro de estudios de la CUT. A la Alcaldesa comunista, Irací Hassler, que firma un contrato (y luego se retracta) con una de las fundaciones cuestionadas, y otro que afecta directamente a la presidencia, y favorece a una organización del propio partido del presidente.


Ahora bien, lo que a mí definitivamente me induce a pensar que esta gente se siente con derecho a robar, que no cree estar haciendo algo mal cuando roba, es el tema del tiempo.


Mi amigo me decía en la conversación que les comenté, que habían aprendido rápido a robar. Yo creo que no es así: la semana pasada decíamos que en general la gente que roba, va de menos a más, pero acá como que no hubo etapas, no hubo un procesos de descomposición, no transcurrió tiempo. Fue llegar al gobierno y meter la mano con todo. ¿O no?


Y hay dos opciones para explicar la velocidad con que se descompusieron: una, que se trata de gente con mucha experiencia en la materia, lo cual es improbable, porque son muy jóvenes. Y la otra, es que llegaron a sus puestos con un plan premeditado, predefinido y que ejecutaron rápidamente. Y esa no es la del malandra’ es la del experto, o la del inescrupuloso. Y de esos estamos hablando, de inescrupulosos.


Inescrupulosos que se creen buenos y con derecho a saltarse normas o inventarlas para otros, a capricho.


Jóvenes que crecieron, pensando que para ser buenos, bastaba con ser de izquierda o estar del lado del activismo de moda. Jóvenes a los que nadie les dijo que, en realidad, la diferencia entre las personas no depende tanto de las intenciones o los objetivos que persigan, como de los medios que están dispuestas a utilizar para alcanzarlos.


Y tampoco debería extrañarnos: este es un esquema de Podemos, el hermano mayor del Frente Amplio, en España. Oigan por favor este video, es impresionante…


Dice explícitamente que la militancia no vive de aire, y que por tanto, hay que buscar forma de alimentarla. Y cuál es esa forma: organizaciones financiadas desde el Estado, con plata de los trabajadores chilenos.


Cada vez, Ministro Jackson, Presidente Boric, Ministra Vallejo, cada vez que ustedes se permitieron hacer algo que no estaba bien, por un bien superior… cada pequeña mentira… cada farsa de las que han representado… cada injusticia e irresponsabilidad… cada una de esas decisiones, son las que los hacen ser quienes son hoy, y da lo mismo lo que pase fuera de ustedes, porque independiente de si logran o no sus objetivos, cada cosa que hacen, se estampa en su carácter y los configura.


Y me temo, me temo que eso en lo que se han convertido, en nombre de no sé qué ideal… no es algo bueno.


En manos de esa gente estamos, en manos de gente peligrosa…




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