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Alfabetización de la sexualidad: ¿¿qué es eso??

Por Martín De La Fuente


En una reciente entrevista a Marco Antonio Ávila, el actual ministro de Educación publicada el pasado domingo 19 de febrero en Reportajes El Mercurio, él explica cuál sería uno de los focos claves para el programa de Educación 2023. Durante gran parte de la entrevista al Intendente Ávila se le pregunta en qué consistiría su plan de Educación Sexual Integral y responde: “Entre las cosas más importantes que ahí tenemos está el cómo esto permite que la escuela, en sus distintos ámbitos, tenga un resguardo del derecho a la educación para todas y todos sin caer en prácticas sexistas".


En primer lugar, ¿qué significa el "no caer en prácticas sexistas"?


Significa, que no se debe incidir en diferenciar y enfocar la educación, ya sea en el ámbito masculino o femenino, sino tratarlos como iguales. ¿Pero en qué va a terminar esto? En que principalmente no va a haber diferencias naturales entre hombres y mujeres, ya sean biológicas o psicológicas y termina en un conflicto que da por conclusión una guerra de sexos para decidir, innecesariamente,quién es mejor entre los dos.


Es decir, en otros términos, "crear conflictos en donde no los hay".


Para aclarar, esto es claramente una forma de explicar cuál va a ser la agenda educacional de este gobierno marxista, que empezó cuando no eran oficialistas, durante el golpe de estado que ocurrió en octubre y noviembre de 2019, y ellos, a través de sus agentes comunicativos, propagaron la narrativa de la "revuelta" o el mal llamado "estallido social", en el que quemaron y destruyeron gran parte de la Región Metropolitana y de otras regiones, en especial, infraestructura crítica.


Siguiendo esta novela de dramas sociales, el tema más clave es el de la "Alfabetización de la Sexualidad”. ¿Qué es esto?


Que los libros de biología tengan que ser cambiados, por ejemplo en términos como "padre y madre", "embarazo de la mujer", "concepción" y reemplazados por términos tan insulsos como absurdos, tales como "mapadres", "persona gestante" (este ya se ejerce en algunos sectores de Europa y América Latina) y la palabra "concepción" se convierte en "introducción forzosa de un cúmulo de células al sistema ovárico de una persona gestante".


Otros términos o situaciones en el que van a tratar de imponer esta mirada de "sociedad utópica no sexista” es en el contratar a personas transexuales (como en el caso del Drag Queen Story Hour, en el Estado de California, en el país norteamericano), para contarle cuentos a niños sin ninguna capacidad de diferenciar entre lo bueno y lo malo y, por ende destruir su inocencia infantil.


Ahora, esto de una educación centrada en una “perspectiva de género” no es ajeno en algunos colegios privados, sino también asumidos como ramos curriculares (aunque optativos) tal como el infame “Estudios de Género”, que ya se ejerce en colegios católicos,

como el Villa María Academy, colegio destacado por ser uno de los pocos con un alumnado no mixto, pero que tras la salida del personal eclesiástico de las aulas (la orden del Inmaculado Corazón de María) ha empezado a decaer y se ha convertido en un enclave del feminismo en su verdadera naturaleza, algo decadente y amoral.


El gran problema no es este gobierno, sino la ciudadanía, que ante estas problemáticas mantiene una actitud cómplice y silenciosa.

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